El Gobierno de Argelia se encuentra en la etapa final de negociaciones con Exxon Mobil Corp. y Chevron Corp. para explotar, por primera vez, sus vastas reservas de gas de esquisto. Este paso representa un movimiento estratégico para el país norteafricano, cuya economía depende en gran medida de los hidrocarburos y que busca aumentar sus ingresos energéticos mediante nuevas formas de producción y alianzas con empresas internacionales.
Un acuerdo estratégico en proceso
De acuerdo con autoridades energéticas de Argelia, los aspectos técnicos del acuerdo ya están prácticamente cerrados, mientras que las cuestiones comerciales se encuentran en las últimas fases de negociación. La incorporación de dos gigantes estadounidenses al sector energético argelino es vista como una señal de confianza hacia el potencial de la nación como productor clave de gas no convencional.
El titular de la entidad reguladora de energía Alnaft, Samir Bekhti, resaltó que la intervención de estas empresas incrementa la confianza en el proyecto y da inicio a una fase de oportunidades para el aprovechamiento de recursos hasta ahora no plenamente explotados.
El papel del gas de esquisto en Argelia
El gas de esquisto se ha convertido en una prioridad para Argelia, país en el que los hidrocarburos representan más de tres cuartas partes de las exportaciones. A pesar de los intentos de diversificación, la economía sigue fuertemente vinculada a la producción de petróleo y gas, mientras que la demanda interna de energía crece en paralelo con una población que supera los 47 millones de habitantes.
Con este convenio, los funcionarios intentan copiar el ejemplo exitoso que Estados Unidos logró con el desarrollo del esquisto, lo que le permitió transformarse de importador neto a uno de los más grandes exportadores de gas en el mundo.
Atractivo para inversores y capacidad energética
Chevron resaltó el valor del sistema petrolero de Argelia, calificándolo como “de clase mundial”, con un gran potencial en recursos de petróleo y gas. La compañía también subrayó la posibilidad de crear sinergias que fortalezcan la cooperación y aumenten las capacidades productivas del país.
Uno de los principales atractivos de Argelia para las compañías internacionales es su infraestructura actual y su cercanía al mercado europeo, un factor esencial en un entorno de competencia global en aumento para asegurar suministros de energía estables.
Enlaces estratégicos con Europa
Argelia dispone de tres gasoductos que la conectan directamente con Europa, lo que la coloca en una posición ventajosa frente a competidores más alejados como Qatar, que debe recurrir al transporte marítimo para exportar gas natural licuado.
Según la Administración de Información Energética de Estados Unidos, Argelia posee los terceros mayores recursos recuperables de gas de esquisto en el mundo, solo detrás de China y Argentina, y por delante incluso de Estados Unidos. Esta ubicación estratégica, sumada a sus reservas, otorga al país un rol potencialmente decisivo en el futuro energético de la región.
Retos y futuros escenarios
Aunque el potencial es alto, hay desafíos tanto técnicos como financieros. Extraer esquisto desde las profundidades del desierto en la parte sur del país supone costos elevados y riesgos operacionales que necesitan una gestión efectiva y garantías para asegurar el retorno a los inversionistas. No obstante, la Administración intenta disminuir esas barreras implementando un marco legal más favorable.
En 2019, Argelia sancionó una ley para fomentar las inversiones internacionales en el ámbito energético, con la meta de renovar la producción y contrarrestar los impactos de la carencia de inversión y de la mala administración que habían restringido el desempeño en tiempos pasados.
Un futuro energético en construcción
La concreción del acuerdo con Exxon y Chevron marcaría un hito en la historia energética de Argelia, posicionando al país como un actor clave en el mercado global del gas no convencional. La combinación de abundantes recursos, infraestructura disponible y cercanía geográfica con Europa podría transformar al país en un socio estratégico para el continente en materia de seguridad energética.
El desenlace de las negociaciones será determinante para definir no solo el futuro de la industria de esquisto en Argelia, sino también su rol en el abastecimiento de gas hacia Europa en los próximos años.