El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, mantiene una guerra abierta con las pandillas que desató recientemente en la inauguración de la que calificó como la cárcel más grande de América Latina. El embargo, una acusación recientemente declarada que se presentó en una corte federal en el Distrito Este de Nueva York contra 13 pandilleros de alto rango, alega que funcionarios del gobierno de Bukele y su partido negociaron en secreto con la MS-13.