Sáb. Abr 13th, 2024

    (CNN Español) — Luchar en familia contra la discriminación a través del juego puede convertirse en una herramienta didáctica y práctica para eliminar prejuicios y estereotipos, y por eso legó a Ecuador “Baby Victoria”, la primera muñeca con características de síndrome de Down en el país creada por un particular. .

    El diseño de la muñeca promueve que los niños aprendan a respetarse y aceptarse en medio de sus diferencias. La creadora de la muñeca, Belén Bonnard, psicóloga clínica, se inspiró en su pequeña hija Ana Victoria Hidalgo y busca que los sacerdotes y los niños naturalicen más las cosas que los hacen diferentes.

    Una historia de amor, resiliencia y lucha contra la discriminación

    Cuando la pequeña Ana Victoria Hidalgo llegó al mundo, hace dos años, la vida de su madre María Belén Bonnard dio un giro inesperado, pero a la vez desafiante.

    Ana Victoria nació con síndrome de Down y su condición impulsó a su madre a convertir su experiencia personal en una poderosa oportunidad para cambiar de cliente y luchar contra la discriminación en Ecuador.

    A partir de toda la información que revisó, estudió e investigó a raíz del caso de su hija Bonnard, tomó la iniciativa de idealizar y lanzar al mercado en noviembre «Bebé Victoria», la primera muñeca con características de síndrome de Down creada por un persona privada en el país y que se inspiró en la pequeña Ana Victoria, hija de Bonnard.

    “Los niños aprenden jugando. Es su primera forma de conocer el mundo. Entonces, ‘Baby Victoria’ fue la forma en que todos los niños podían tener la experiencia de conocer a una persona con síndrome de Down y que sus padres tenían la excusa de hablar de ella. las diferencias en casa desde que somos muy pequeños, de tal manera que naturalmente sabemos que somos diferentes desde que somos pequeños”, dijo Belén Bonnard a CNN.

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    Esta psicóloga clínica guayaquileña está motivada por la idea de un mundo donde las oportunidades superen los prejuicios y donde las diferencias se normalicen. Considera que es necesario empezar a romper con los patrones establecidos y que la gente se reconozca entre la diversidad.

    “Nunca ha sido normal que todos seamos exactamente iguales, el mundo a veces quiere vendernos la misma lista de cosas que hacer para tener éxito y alcanzar la felicidad”, se pregunta Bonnard.

    Una comunidad virtual que crece en busca de inclusión

    A través del poder de las redes sociales, Bonnard ha motivado a otros sacerdotes a abordar los diagnósticos de síndrome de Down de sus hijos con más información y educación para integrarlos en un camino más inclusivo. Una comunidad virtual que, día a día, hace preguntas, comenta y amplía una red de apoyo y resiliencia.

    Los fondos recaudados por la venta de muñecas serán destinados, según Bonnard, a familias que no conocen los recursos para acceder a terapias para sus hijos.

    “Apostar por cambiar lo que ha llegado a ser igual, cambiar el molde, romper con lo que siempre ha sido y no tenemos que seguir siendo así, si algo hacemos, y por otro lado los papis los invitan a que no tener miedo de hablar con los diferentes que somos, que se preguntan por un niño con síndrome de Down que lo hablen con naturalidad sin disimular, sin vergüenza”, insiste Bonnard.

    ¿Cómo surgió “Bebé Victoria”?

    La creación de «Baby Victoria» tomó 19 meses y toda su complejidad. No se había producido antes en Ecuador, por lo que Bonnard buscó el apoyo de una empresa privada para su diseño y fabricación… además de los trámites burocráticos para sacarlo a la venta. Como no es fácil conseguir ciertos materiales como el pelo o los ojos en tonos oscuros para mujer. Es un espectáculo, dice Bonnard, que los patrocinadores siguen arraigados a pesar de vivir en una sociedad mayoritariamente mestiza.

    «El mundo cambia un niño a la vez»

    Belén Bonnard espera que las nuevas generaciones con las que la pequeña Ana Victoria y otros niños con síndrome de Down compartirán en el futuro el trabajo, la escuela y la vida cotidiana estén más en sintonía con la igualdad y el respeto a las diferencias. Y, por tanto, proponer que el mundo cambie «un niño a la vez».

    Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, el síndrome de Down es una condición genética que provoca diferencias en el desarrollo físico e intelectual con respecto a otras personas.

    El CDC señala que los bebés con síndrome de Down tienen una copia extra de uno de estos cromosomas: el cromosoma 21, y esta copia extra «cambia la forma en que se desarrolla el cuerpo y el cerebro del bebé, lo que puede causar problemas tanto mentales como físicos», explicó. Señala.

    La incidencia mundial reportada por la ONU es en promedio de 1 de cada 1000 nacimientos en el mundo.

    En diciembre de 2011, la Asamblea General designó el 21 de marzo como Día Mundial del Síndrome de Down para promover una mayor conciencia sobre la dignidad y las valiosas contribuciones de las personas que nacen con esta afección.

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