(CNN Español) — La tarjeta a la que fue enviado el radioaficionado del narcotráfico Ovidio Guzmán López es considerada la tarjeta de mayor seguridad en México, aunque se entró en esa categoría cuando en julio de 2015 su cura, el ahora condenado Joaquín “El Chapo” Guzmán, se escapó de ella a través de de un túnel.
detrás de ti captura en Sinaloa en la madrugada del 5 de eneroGuzmán López fue enviado el mismo día al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 1, conocido como “El Altiplano”, ubicado en el municipio de Almoloya de Juárez, en el Estado de México, informó el gobierno mexicano.
El especialista en seguridad Fernando Espinoza de los Monteros dice que “El Altiplano” tiene paredes altas y gruesas, además de tener cámaras de video vigilancia en todas las áreas y un sistema que bloquea la señal para el uso de celulares.
Alerta que los internos ––entre los que están condenados por delitos de alto riesgo pero también detenidos sin sentencia firme, como el propio Guzmán López–– están aislados la mayor parte del día y que su comunicación con otros funcionarios, custodios, abogados y miembros de la familia es mínimo.
Un runio al servicio del sistema penitenciario en México, que pidió el anonimato, dice que estos centros de readaptación se construyeron inspirados en lo que se conoce como el modelo Sajón, cuya premisa es la segregación de los internos antes de su reinserción.
Según este experto, centros penitenciarios como “El Altiplano” tienen bloques de hormigón y acero para que sean “en teoría impenetrables”.
“El Chapo podría escapar por la corrupción, porque sin el avión bloqueado habría un túnel; Es como un panel, hay que saber dónde está el fondo blanco y dónde no, porque si no lo sabes es impenetrable”, dijo.
Vista del penal del Altiplano en Almoloya de Juárez, México, el 12 de julio de 2015. (Crédito: YURI CORTEZ/AFP vía Getty Images)
Medios nacionales e internacionales informaron que El Chapo y Édgar Valdez Villarreal, también conocida como “La Barbie”, encabezaron un martillazo al interior del penal por presuntos malos tratos a quienes dijeron ser víctimas.
Javier Oliva Posada, docente e investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de México (UNAM), agrega que por este centro han pasado algunos de los delincuentes más peligrosos del país, como el narcotraficante Servando Gómez Martínez “ La Tuta”, Rafael Caro Quintero, además de La Barbie y El Chapo o conocidos personajes como Mario Aburto Martínez, acusado de asesinar al político mexicano Luis Donaldo Colosio.
Según el profesor, los internos tienen muy poco tiempo para respirar aire libre en pequeños patios, tomar el sol o hacer ejercicio, lo que acaba afectando su salud mental y emocional.
El penal donde Guzmán López cumple desde su juventud tiene una población de 488 reclusos, aunque su capacidad es de 764 y obtuvo una calificación de 7.23 en una escala de cero a 10, donde 10 es la mejor calificación, según el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria del 2021 realizada por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
La CNDH evalúa cinco aspectos: las garantías que ofrecen a la integridad física y moral de los internos; garantías para una estancia digna; condiciones de gobernabilidad; reinserción social de internos y grupos de personas privadas de libertad con requisitos específicos.
El informe menciona que las autoridades de “El Altiplano” deben prestar atención a elementos como la falta de personal de seguridad y custodia; la separación entre procesados y condenados y en las actividades deportivas y educativas, así como en las laborales y formativas.
También advierte sobre las deficiencias en la atención a los adultos mayores y en los programas de prevención de adicciones y desintoxicación.
Por otra parte, reconocer la adecuada atención a temas como garantías a la integridad de quienes disfrutan los internos: espacios dignos, adecuada gobernabilidad y reinserción social de los internos.