Vie. Abr 19th, 2024

    (CNN Español) — «Quiero disculparme, no tenía la intención de matar».

    Estas fueron las palabras, durante el juicio, de Máximo Thomsenuno de los acusados Asesinato de Fernando Báez Sosaun joven de 18 años que murió en la madrugada del 18 de enero de 2020 tras un brutal golpe de Estado de un grupo de hombres de 21 y 23 años que hoy respondieron ante la justicia argentina por el crimen ocurrido en Villa Gessell, a 380 kilómetros de Buenos Aires.

    Las palabras de Thomsen llegaron esta semana, el 11 de julio, durante una audiencia llena de testimonios y revelaciones sobre el hecho de que los sacerdotes de Báez Sosa no podían estar en deuda con la gran cantidad de detalles sobre la última noche de su hijo.

    el caso, quien llego al juicio oral es el 2 de eneroLa opinión pública se estremeció y conmovió por el dolor de los sacerdotes de Báez Sosa, que perdieron a su único hijo, pero también por la brutalidad y frialdad del ataque y el silencio de los acusados ​​durante y después del asesinato.

    “Estamos cerca de la justicia y los juicios son contundentes”, decir Graciela Sosa a locaciones medianas el pasado 10 de enero. “Todo coincide y creo que todos están metidos. Ojalá le den la pena máxima, que es la vida, porque Fernando está en un lugar al que nunca volverá”.

    Los sindicatos podrían enfrentarse a cadena perpetua.

    Estas son las llaves del juicio hasta este momento.

    los hechos

    En la madrugada del 18 de enero de 2020, Fernando Báez Sosa estaba de vacaciones en Villa Gessell, y había salido a bailar a la discoteca Le Brique, donde tuvo un altercado con un grupo de rugbiers que lo esperaban afuera y terminó golpeándolo.

    La pelea se desató luego de que uno de los amigos de Báez Sosa se besara con uno de los rugbiers y éste intentara defenderlo, relató un testigo. Finalmente, la seguridad del lugar se hace eco de todos.

    Mientras esperaba a que saliera el resto de su grupo de amigos, Báez Sosa fue visto por dos de los rugbiers que advirtieron al resto de sus compañeros y en unos minutos todos lo atacaron por la espalda.

    Thomsen es señalado por el tribunal como quien dio la patada mortal a la cabeza de Fernando cuando estaba «de rodillas sobre el suelo» y quien dijo en voz alta: «Me lo voy a llevar de trofeo».

    El acusado

    Los 8 rugbiers fueron imputados por “homicidio doblemente agravado por alevosía y por concurrencia premeditada de dos o más personas” en juicio oral ante el Juzgado 1 Penal de Dolores.

    Aunque en un principio una vez fueron detenidos por el ataque, al final solo fueron acusados. Los otros tres fueron adelantados durante la instrucción de la causa.

    Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz y Luciano, Ciro y Lucas Pertossi están imputados por el crimen de Báez Sosa. Todos eran amigos que estaban de vacaciones en Villa Gessell en el momento del crimen.

    Todos permanecen detenidos desde 2020 y desde el día del ataque. ninguno de los ocho acusados ​​había hablado públicamente. El abogado de los imputados dijo a medios locales en 2020 que corresponden al principio de inocencia.

    Algunos datos para destacar lo jugoso.

    Fuerte reporte de la madre del joven asesinado en Argentina 2:34

    Día tercero – «Atacaron con odio y brutalidad»

    En la tercera audiencia de la sentencia el 4 de enerouno de los amigos de Fernando dijo que vio a Máximo Thomsen atacar a Báez con «odio, brutalidad e intención de matar».

    Día siete — La Fiscalía reconstruye el ataque

    Las novedades del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa 4:20

    El supervisor del caso, Javier Laborde, reconstruyó la escena del crimen utilizando chats y videos grabados en los teléfonos celulares de los detenidos. Según Laborde, el ataque duró menos de 60 segundos; los hombres lo atacaron de frente, por detrás y de costado e incluso, en el suelo, el siguiente golpe hasta causarle la muerte.

    Esta audiencia dio toda la información judicial de alto impacto cuando un perito constató la marca de la zapatilla de uno de los imputados, Máximo Thomsen, en la mandíbula izquierda de Báez Sosa. Ese día, los acusados ​​y sus abogados comentan sobre la inocencia o la culpabilidad. Pero el 16 de enero, una semana después, Thomsen declararía que no tenía intención de matar.

    Día ocho — «Caducó»: la crueldad de los audios de los imputados

    Los audios que le enviaron a los sospechosos de matar a Báez Sosa 3:42

    Durante este viaje de juicio preséntate en audios y chats que el acusado intercambió el día del crimen, lo que da una idea de cómo fue la terrible secuencia de hombres que acabó con la vida de Báez Sosa.

    Día nueve — Habla uno de los imputados

    Uno de los acusados ​​de asesinar a Báez Sosa ya no tiene estado en el lugar 2:27

    Este fue el primer día que se escuchó hablar a uno de los acusados ​​en el tribunal. Se trata de Luciano Pertossi, quien interrumpió el análisis que desarrollaba las imágenes del atentado para aclarar que él no estuvo en el lugar de los hechos.

    «Quiero aclarar algo: yo no estaba allí», dijo Pertossi, pero cuando se le preguntó dónde estaba en ese momento, el imputado dijo: «No voy a responder».

    Según el expediente, de los ocho detenidos, cinco golpearon a Báez Sosa.

    Día una vez — «No tenía intención de matar»

    En una declaración que duró 50 minutos, Máximo Thomsen, uno de los ocho acusados ​​en el juicio, se disculpó por decir «jamás en la vida se me hubiera ocurrido tener intenciones de matar a alguien». El joven estuvo de acuerdo en que recibió una o dos patadas, pero que no recordaba cómo ni quién.

    Thomnsen aceptó ser el dueño de la zapatilla que dejó marcada su huella en la mandíbula inferior de Báez Sosa, una marca de 6 cm de ancho por 2 cm de ancho que se erige como una de las pruebas que tiene el fiscal en el caso.

    Esta jornada concentró un giro de juicio cuando Thomsen declaró por primera vez que antes de atacar recibió un golpe en la cara. El testimonio de jó en evidencia la estrategia de la defensa de dejar en claro que el imputado no tenía intención de matar, por lo que la imputación no debe ser de homicidio agravado por alevosía y competencia premeditada de dos o más personas, que tiene sentencia de hasta cadena perpetua, en caso de que el caso deba ser homicidio en la carrera, cuya pena es de un máximo de seis años de prisión.

    Pero los abogados de la víctima alegan que el testimonio de Thomsen fue inventado y que estaba mintiendo porque el golpe en la cara nunca se registró. La defensa sigue manteniendo que los atacantes si tuvieron la intencion de matar.

    Día doce — «Cuando vi que estaba en el suelo, me asusté»

    Esta vez la declaración era de Ciro Pertossi, el tercero en romper el silencio. Luego de que expertos revisaran videos de seguridad y grabaciones de la jornada, Pertossi fue uno de los cinco delanteros de Báez Sosa. Los demandantes lo marcan como qué golpeó primero a la víctima y qué noche.

    Según Pertossi, cuando vio a «este chico en el suelo» (dijo sin mencionar a Fernando) frenó la patada, afirmación que, según sus abogados, sirvió para atenuar los agravantes de la imputación.

    Para la defensa de la víctima, el testimonio de Pertossi, más que ayudarlo, perjuró y demostró que estuvo en la escena del crimen.

    Durante los días del juicio, la defensa de los imputados no discute que hubo un homicidio y que parte de los imputados participó en el crimen. Quien trata de atenuar los agravantes y niega que hubo alevosía y un concurso premeditado para matar a Báez Sosa, lo que puede, al final, cambiar la sentencia de los jóvenes para posiblemente pasar de cadena perpetua a unos años de prisión.

    — Con información de Ignacio Grimaldi e Iván Pérez Sarmenti de CNN en Buenos Aires.

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