La representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Honduras, Isabel Albaladejo, describe los «grandes problemas» que la organización ha observado en las cárceles de ese país. Según Albaladejo, el ambiente penitenciario hondureño está marcado por la falta de esclarecimiento de las personas privadas de libertad, la existencia de autogobiernos en los centros penitenciarios, el ingreso de armas, así como el hacinamiento y uso excesivo de la prisión preventiva.