(CNN Español) — El expresidente de Chile, Sebastián Piñera, declaró esta muerte durante más de 10 horas como imputado por posibles delitos de violaciones a los derechos humanos ocurridos durante la represión del estallido social iniciado en octubre de 2019.
El agente no hizo uso de su derecho a guardar silencio e impugnó todas las preguntas de la inspectora de Alta Complejidad Ximena Chong, quien lideró la investigación.
“No dudo en responder a cualquiera de las preguntas que nos hacemos. Trajimos un cuestionario preparado, tomando en cuenta los antecedentes recogidos recién en la investigación”, dijo Chong a la prensa esta semana.
La investigación busca establecer posibles responsabilidades entre las exautoridades de la Presidencia de Chile, el Ministerio del Interior y Seguridad Pública y Carabineros de Chile, por hechos ocurridos entre octubre de 2019 y marzo de 2020 en el marco de la revolución social.
El abogado de Piñera, Samuel Donoso, señaló en una rueda de prensa callejera que su defensor está en plena disposición «a colaborar con la investigación en lo que se requiera» y afirmó que «tenemos la tranquilidad y la convicción de que en la actuación del expresidente siempre ha buscado reconciliar la protección del orden público y la seguridad ciudadana, con respeto a los derechos humanos de todos. En consecuencia, no hay delito”.
Por su parte, el fiscal Chong explicó que “tomamos de las investigaciones, una por crímenes de lesa humanidad, radicada en el fiscal Armendáriz, en esa investigación el expresidente tiene la calidad de imputado, porque hay denuncias nominativas sobre él; y al mismo tiempo estamos realizando una investigación, también arraigada en el inspector regional de Armendáriz, sobre posibles responsabilidades homicidas de los mandos de carabineros. Ensa investiga al expresidente no se le informa directamente”.
Este miércoles Sebastián Piñera sigue dando declaraciones al inspector Chong.
Chile fue escenario de masivas protestas económicas y sociales iniciadas el 18 de octubre de 2019, que comenzaron en Santiago como reacción a un aumento en el precio de los pasajes del metro y se extendieron al resto del país, conocido como el estallido social, y el cual el presidente Piñera declaró entonces el estado de emergencia, y posteriormente anunció varias reformas económicas y políticas.