El Departamento de Estado de EE.UU. publicó su informe 2022 sobre prácticas de derechos humanos en Bolivia. El documento expone la preocupación del gobierno estatal estadounidense por la tortura, las detenciones arbitrarias, la impunidad, la intimidación a la oposición y los casos de violación a la libertad de prensa. El Gobierno de Luis Arce reaccionó y señaló que no reconoce el informe, calificándolo de “práctica de injerencia en los asuntos internos del país”.