Jue. Abr 11th, 2024

    Llamado a la Tierra es una serie editorial de CNN comprometida con informar sobre los desafíos ambientales que enfrenta nuestro planeta, así como mostrar soluciones a estos desafíos. La iniciativa planeta perpetuo de Rolex se asoció con CNN para crear conciencia y educación sobre los fundamentos de la sustentabilidad e inspirar acciones positivas. El biólogo Luis Jácome es premio Rolex.

    (CNN Español) — El cóndor andino, que partió sus alas desde Tierra del Fuego hasta Venezuela, corre peligro, pero no ha desaparecido: un proyecto argentino que es mano de herramientas tan dispares como incubadoras y títeres ha logrado un método para duplicar las crías de estos aves excepcionales. Los resultados se cuentan por décadas.

    Esta especie es venerada por los pueblos originarios, de los que quedan unos 6.700 ejemplares. según la Unión para la Conservación de la Naturalezatiene una baja tasa de reproducción: las parejas —que obviamente son monógamas— ponen un huevo y el niño un pichón cada tres años.

    “Las grandes menazas al principio fue que la gente los mataba creyendo que iban a atacar a su ganado para comer, cuando en realidad son animales carroñeros”, explica a CNN Luis Jácome, presidente de la Fundación Bioandina Agentina y laureado del Premio Premios Rólex. El mayor problema ahora es otro: las cebollas tóxicas. “Hay gente que envenena a los animales muertos para tratar de controlar a los grandes carnívoros como pumas, zorros, perros y el cóndor cae muerto en masa” cuando se cae desde las alturas para alimentarse

    La estrategia para multiplicar polluelos de cóndor

    Llevo más de tres décadas trabajando en la conservación de estas aves excepcionales, que pueden llegar a medir hasta tres metros de longitud cuando están descargadas. volar 300 km en un dia.

    La Fundación puso en marcha un método que permite duplicar el número de crías de cada pareja. Cuando una pareja pone uno nuevo, lo toma y lo lleva a un espacio para que siga creciendo lejos de sus padres. “Al mismo tiempo, la pareja se pone una segunda nueva, como si la primera estuviera rota”, explica Jácome, y esa segunda nueva queda bajo el cuidado de los cóndores.

    Mientras tanto, el huevo que toman los especialistas sigue desarrollándose en incubadoras hasta romperse. Si el cóndor no puede salir, el equipo lo assiste como lo harían sus padres.

    Los titiriteros que se hacen pasar por sacerdotes

    Cuando eso sucede, son trasladados a un espacio de atención donde están los primeros días y donde sienten el contacto de títeres con forma de cóndor. “Es muy importante que la gente no los vea, porque creerían que son seres humanos”, explica Jácome. “En el momento en que entra uno con el títere, (para ellos) está entrando el cura”.

    El proceso de cuidado de estos niños cóndores dura un año, que incluye la fase en la que hoy no han aprendido a volar y necesitan un control diario, que es realizado por dos personas.

    Una vez finalizado el proceso, llega el momento más emocionante: la liberación. “Es hermoso porque cuando uno ve que estos chiquitos están creados con muñecos maduros, se pueden soltar a golpe, a golpe forman pareja, a golpe tienen sus propias palomas es tremendo”.

    Además, es la instancia donde la espera se hizo visible. “La liberación es el momento de mayor esperanza, que la armonía entre el hombre y la naturaleza es posible, que aún queda tiempo. Hay especies que están en peligro pero no faltan. Tenemos tiempo”, dice Jácome.

    Un servicio de limpieza al ecosistema

    Los cóndores ofrecen un gran servicio a los ecosistemas. Un servicio, podría decidir, de limpieza (de hecho, explica la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre, “formar parte de la familia Catártidosque viene del griego kathartes, que significa “el que limpia”).

    Al alimentarse de zanahorias, los cóndores facilitan la descomposición de la materia orgánica, reduciendo la probabilidad de transmitir enfermedades zoonóticas y que puedan afectar a las personas.

    Además, reduzca la posibilidad de que las fuentes de agua cercanas a las zanahorias se contaminen con materia en descomposición.

    ¿Es esta la solución definitiva para los cóndores?

    Los números de la fundación son excepcionales, según Jácome: hasta el momento ha criado 78 pichones, rescatado más de 370 cóndores y liberado un total de 219 en toda América Latina.

    Sin embargo, estas cifras récord se topan con una dura realidad: en solo dos años se registraron 150 muertes de cóndores adultos.

    “Todo esfuerzo no es suficiente si no cambiamos la relación que tenemos con el medio ambiente, viendo la tierra como propia, los animales como propios, tenemos que hacer un gran cambio”.

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