(CNN Español) — En medio de la crisis de seguridad que enfrenta Ecuador, la Conferencia Episcopal del país hizo un llamado a los grupos violentos que “abandonaron las armas”, mientras sembraban un clamor por la paz y la justicia.
“Exigimos, en nombre de Dios, que los violentos dejen las armas, que no maten a sus hermanos ni los extorsionen. ¡La vida humana es sagrada!”, afirmó en un comunicado.
La institución religiosa se solidarizó con las víctimas de la violencia y afirmó que la creciente inseguridad fue generada por la crisis política y económica.
La Conferencia Episcopal también exigió al gobierno generar políticas públicas que favorezcan la paz, el diálogo, el estado de derecho, la seguridad pública y la inclusión.
“Debemos evitar medidas populistas que, en lugar de enfrentar los problemas del país, lleven aún a mayor violencia y desintegración”, enfatizó.
Los obispos y arzobispos de Ecuador insistieron en la necesidad de trabajar por la reconciliación, la paz y el respeto a la vida en el país y pidieron a los líderes sociales y políticos dejar de lado sus intereses particulares.
«¡Es una traición que legisla, da justicia y gobierna de espaldas a las grandes aspiraciones de los más pobres!», agregó el comunicado.
Ecuador ha enfrentado episodios recientes de violencia, incluidas tres explosiones en Guayaquil y varios enfrentamientos mortales en las cárceles.