Vie. Abr 26th, 2024

    (CNN Español) — El Gobierno de Colombia anunció esta semana que los grupos armados de Medellín se comprometen a dejar de «torturar, desaparecer y asesinar» como parte del proceso de «paz urbana», proceso que lleva tiempo con bandas criminales y organizaciones armadas cuyos se encuentra en proceso de negociación avance de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz (OACP).

    El proceso —que forma parte del compromiso del gobierno con el presidente Gustavo Petro de la paz total— comenzó hace cuatro meses y hasta ahora ha estado en la fase de «aproximaciones». según el comunicadoresta fase “fue absolutamente discreta, con el intercambio de comunicación e interacción confidencial para facilitar la confianza, y con los acuerdos comprobables que los facilitadores reconocidos por la OACP han cumplido con responsabilidad, discreción y compromiso”.

    La fase de acercamiento se ha dado con más de 12 grupos delictivos de Medellín y su área metropolitana, conformados por 10 municipios limítrofes. Según la OACP, el proceso de paz urbana se rige por convenios de cooperación judicial, en los que se lanzan «promesas de reducción de penas, no extorsión o extorsión a líderes de estructuras».

    Medellín sigue plagada de la violencia heredada de infames narcotraficantes como Pablo Escobar y sigue plagada de la violencia que lleva 30 años. (Crédito: JOAQUÍN SARMIENTO/AFP vía Getty Images)

    Violencia y delincuencia en Medellín

    Históricamente, Medellín fue golpeada por la violencia y el narcotráfico que venía de los años 80 y 90. De hecho, la ciudad es considerada la más peligrosa del mundo debido a violencia, narcotráfico y guerras entre bandas que atacaban la ciudad, con Pablo Escobar a la cabeza. Y aunque su imagen ha cambiado radicalmente en los últimos años —desde 2015 no figura entre las 50 ciudades más violentas del mundo, según Alcaldía—, aún sufre la violencia de los grupos armados y el crimen organizado.

    “Después del proceso de movilización de las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia) muchos de los líderes que firmamos un acuerdo de desmovilización, que entregamos armas, que entramos en la negociación, dejamos de cumplir con ese proceso y nos convertimos en líderes de nuevas organizaciones criminales a poder cooptar todo este mercado de criminalidad e ilegalidad que se da tanto en Medellín como en los municipios del Área Metropolitana”, dijo a CNN Isaac Morales, coordinador de la línea de seguridad ciudadana de la Fundación Paz y Reconciliación, PARES, un centro de estudios con sede en Bogotá.

    Dos de las grandes organizaciones criminales que allí tienen presencia son “La Oficina” y el “Clan del Golfo”, que según el informe PARES de 2021, “Crimen organizado en zonas urbanas”, han trasladado las dinámicas de violencia a otros territorios rurales desde el país.

    Y luego están varios grupos delictivos que se organizan en base a la lógica del “criminal sourcing”, según Morales, “que reconocen muchos grupos de organizaciones criminales menores”, pero que son parte del panorama violento de la ciudad.

    bandas criminales

    Miembros de la organización criminal Oficina de Envigado posan para una foto en una calle de Medellín, Colombia, el 28 de septiembre de 2022. (Crédito: JOAQUIN SARMIENTO/AFP vía Getty Images)

    La organización criminal La Oficina está integrada por unos 3.600 delincuentes y 39 grupos delictivos comunales organizados (GDCO); El Clan del Golfo, que opera en el Valle de Aburrá y Medellín, está integrado por unos 2.600 delincuentes y 5 GDCO, según datos oficiales de la Alcaldía de Medellín compartidos con CNN.

    En Medellín, las autoridades identificaron 73 GDCO y 5 grupos delictivos organizados (GDO), según el Inventario Penal Unificado de la ciudad, la Secretaría de Seguridad y Convivencia de Medellín, la Inspección Seccional y la Policía Metropolitana.

    La Alcaldía de Medellín dice que desde 2020 han sido capturados más de 1.500 integrantes de estas estructuras criminales y 56 cabezas. Y para combatir a estas bandas criminales existe un programa de recompensas que va desde los 20 millones hasta los 200 millones de pesos (entre US$4.300 y US$43.000).

    yola prensa local informa que algunas de estas bandas delictivas detrás de la violencia en Medellín son los Picacho, Caicedo, La Unión, Trianón, Los Triana, Pachelly, Los Chatas, La Terraza, Robledo, La Sierra.

    El hecho delictivo de estos grupos es el sicariato, la extorsión ‘gota a gota’, y otros delitos como desapariciones, homicidios y torturas a pequeñas víctimas, comerciantes que no acceden a las presiones de estos grupos criminales y «terminan incluso siendo asesinados en parte de esta mala lógica de lo que significan las economías ilícitas”, dijo Morales.

    Según el informe PARES, desde 2018 “se tiene conocimiento de la existencia de al menos 12 mafias extranjeras en Antioquia, lo que indica un escenario de posibles alianzas o disputas entre organizaciones locales y redes internacionales de tráfico”.

    El Alto Comisionado para la Paz no ha identificado las bandas a las que se acerca para mantener la confidencialidad del proceso.

    Dudas sobre la «paz urbana»

    Volviendo a la negociación con los grupos delincuenciales de Medellín, para Morales un concepto clave en el comunicado del Gobierno de esta semana fue el de “paz urbana”, pues entonces comienza a esbozar un concepto que aún no está claro sobre los alcances del proceso de paz con los grupos criminales.

    “Como si estas luces comenzaran a surgir en lo que significa la idea de ‘Paz Total’, pero también dentro de un contexto urbano o de seguridad ciudadana, sobre todo enfocado a la seguridad de las ciudades”, dijo Morales. El analista sugiere que una idea de paz urbana debe tener como objetivo “bajar las hostilidades y la delincuencia confrontacional que hay por estos lares, y bajar su repertorio de acción y violencia”.

    Un miembro de la organización criminal Oficina de Envigado sostiene su arma junto a imágenes religiosas en una casa en Medellín, Colombia, el 28 de septiembre de 2022. (Crédito: JOAQUIN SARMIENTO/AFP vía Getty Images)

    Con Paz Total, el gobierno de Petro apostó por dos frentes: el primero, una negociación de paz con agenda política exclusivamente con la guerrilla del ELN. Por otro lado, algunos juicios de tiempo con organizaciones criminales, que no tienen agenda política. Lo que se busca con estos grupos delictivos en Medellín y su área metropolitana es un tiempo para la justicia.

    De ser así, la promesa de paz del actual gobierno es grande y novedosa frente al crimen organizado, aunque es muy incipiente porque hace tiempo que no se conocen las líneas.

    “Si hay un compromiso, también hay mucha incertidumbre sobre cómo se va a dar este proceso y cómo se está dando este acercamiento a las reacciones delictivas”, dijo Morales, quien insiste en que el Gobierno tiene un desafío gigante a la hora. dar claridad al proceso en materia de sumisión y reincidencia.

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