Lun. Abr 22nd, 2024

    (CNN Español) — El Cerro Tecana, que lucha por sobrevivir en medio de las amenazas de fuego y la tablilla ilegal, tiene ayuda dedicada a sembrar árboles para reforestar el bosque y, sobre todo, a sembrar un cambio duradero en la comunidad que sea un ejemplo para El Salvador y más allá de sus fronteras.

    Su nombre es Gabriela Gavarrete y solo tiene 26 años. “Desde pequeña siempre quise estudiar la naturaleza. Estudié biología y durante mi carrera siempre sentí la necesidad de realizar proyectos para conservar la biodiversidad”, cuenta a CNN.

    Puse mis energías en Tecana, emblema cultural e histórico de Santa Ana, que todos y cada uno de sus habitantes pueden reconocer por la cruz ubicada en su punto más alto. El Tecana tiene una doble importancia, explica: por un lado, «es un lugar de recarga hídrica», al que va el agua que sustenta la vida de la ciudad, y por otro lado, está conectado a una cadena de cerros que rodean a Santa Ana, es hábitat y paso de muchas especies.

    Y el Tecana está amenazado. Los incendios forestales y la tala de árboles, que se realizan con el objetivo de expandir los cultivos en la zona, han diezmado el cerro y ponen en peligro los recursos vitales que proporciona.

    Ante esta realidad, Gavarrete propone una solución. Se denomina “Suma um grove”, y su objetivo es la restauración a través de un proceso de reforestación con árboles nativos en el que participa la propia comunidad. La bióloga fue reconocida por Global Landcape Forum, una organización que trabaja en la restauración de ecosistemas y que premia a seis jóvenes de todo el mundo comprometidos con esta causa.

    El objetivo de «Suma un Bosque» es integrar a la comunidad local en la iniciativa de reforestación.

    ¿Por qué tu proyecto es tan especial? Gavarete explica que el trabajo de restauración de ecosistemas implica la aplicación de conocimientos técnicos y, por tanto, se pueden destacar muchas iniciativas. “Pero enfocarse únicamente en el trabajo de restauración a veces no da los mismos resultados que enfocarse en trabajar de la mano con la comunidad”, dice, y eso es lo que hace su proyecto especial: busca brindar recursos a la comunidad para que son dueños del proceso.

    El poder de la juventud: convertir el ‘no’ en motivación

    Para reforestar Cerro Tecana, Gavarrete se puso en contacto con otro joven con el que ya había compartido horas de trabajo y que se encontró impulsando las mismas acciones en el cerro hace seis años: Caleb Palilla. Él, junto a un puñado de amigos, creó en 2015 la organización “Un Pulmón más”, que trabajaba en la conservación de los ecosistemas y que tenía una gran trayectoria en Santa Ana.

    De hecho, en siete años, sumando las dos iniciativas, se plantaron 12.000 árboles en el cerro y los cerros que están aledaños.

    “Nuestra organización trabaja solo con jóvenes porque los jóvenes son aquellas personas que han decidido que no se dejan llevar por lo que puede generar cambios, que pueden generar ese cambio en nuestro planeta que se necesita para poder garantizar el futuro”, explica. . “Mantenemos el ideal de poder crear un futuro mejor para el futuro cercano y lejano”.

    Doña Marce, la otra protagonista: «Para mí el cerro Tecana es una vida»

    Marcela de Jesús Saldana tiene 68 años, vive en la zona desde hace tres décadas y se ha convertido en una figura clave en la restauración del bosque en Cerro Tecana.

    “Para mí, Cerro Tecana es vida”, dice CNN. Trabaja codo a codo con los integrantes de Un Pulmón más y pone el lugar para almacenar los árboles donados que se van a sembrar. Siempre, llevar y hasta hacer refrescos. “Cuando no vengo me siento muy triste”, explica, ya que para ella estos jóvenes son familia.

    También son familiares los árboles, a los que cataloga, entre lágrimas, como hijos «adoptados».

    Marcela es una de las principales protagonistas del proyecto. Hay un lugar para tu equipo, y tu espacio, al servicio de tus compañeros más jóvenes para mejorar Tecana.

    El vivero, una pieza clave de Suma un Bosque

    El proyecto está trabajando en la construcción de un vivero comunitario en el terreno que recibirá los árboles donados y donde se pueden ver ejemplares de las plántulas recolectadas en el bosque.

    En la construcción del vivero trabajan miembros de la comunidad, voluntarios, grupos de universidades e incluso empresas interesadas en el proyecto.

    Uno de ellos es Mario César Contreras, quien desde hace 13 años se dedica a tareas como limpiar a los niños y ayudar con las herramientas. Su padre quería que se involucrara en algún tipo de actividad, así que se acercó y encontró lo que encontró en la convención. “Poco a poco vi que era hermoso”, dice CNN. «Me voy a quedar aquí».

    La visión de Contreras se extiende con creces hasta la frontera de Cerro Tecana. “Siento que estamos haciendo cosas buenas para ayudar a la colonia en el mundo, para nuestra supervivencia y para que vivamos más felices, que no destruyamos lo que creemos”.

    Mano a la obra: el paso a paso de una reforestación exitosa

    El proceso de reforestación exitosa del cerro comenzó mucho antes de cavar los hoyos para plantar los árboles y terminó al menos tres años después.

    Es necesario, primero, tener una lista de árboles nativos que se pueden plantar en el cerro, que se preparan con la ayuda de especialistas, explica Gavarrete. Además, se toman muestras de suelo para analizar la adaptabilidad de las especies a sembrar.

    Luego toca poner en marcha la operación: comunicar el proyecto, conseguir las donaciones, convocar a los voluntarios y finalmente poner manos a la obra con ellos.

    Luego se cavan los hoyos y se plantan los árboles, utilizando estacas para que tengan una guía que los acompañe en su crecimiento, que depende de la pendiente del lugar. En esa instancia utiliza fertilizantes orgánicos. Además, si ha ganado valla, necesita cercar los lugares.

    El trabajo no termina ahí: hay un mantenimiento que tiene por lo menos tres años, explica el biólogo. Esto implica visitar sistemáticamente los árboles plantados, llevar agua si es necesario, verificar que todo vaya bien, reponer ejemplares si es necesario.

    Gabriela, Caleb y Marcela trabajan incansablemente por un cambio sostenible en Tecana. Pero sabes que necesitas más recursos. El financiamiento, explicó Gabriela, es uno de los objetivos para el futuro. Asimismo, para ellos es fundamental que el gobierno reconozca el cerro como área protegida, lo que permitirá una mejor gestión.

    Tus esperanzas están en un futuro mejor, que es obrar con sus propias manos en el presente.

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