Argentina es el segundo país con más inflación de alimentos en el mundo, ya que en los últimos 12 meses registró un aumento del 115%. Por ello, los ciudadanos acceden cada vez más a la canasta de alimentos básicos. Sin embargo, como consecuencia de la devaluación de la moneda local, los precios son muy bajos a nivel internacional. Los turistas que visitan el país encuentran que la comida es muy económica.