Más de 12.000 personas murieron y decenas de kilómetros se saldaron con la muerte tras el terremoto de magnitud 7,8 que afectó a las regiones de Turquía y Siria por lunas. Una ola de frío en ambos países ha complicado la búsqueda de supervivencia, al tiempo que aumenta el riesgo de hipotermia para los atrapados bajo los escombros. Entrevistamos a la Dra. Elmer Huerta, oncólogo y especialista en Salud Pública, sobre los peligros para la salud de quienes esperan ser rescatados.